Consejos para elegir comidas de bufé

Con las fechas de descanso a la vuelta de la esquina, lo primero que se piensa es playa, mar, libertad y sobre todo comer lo que se pueda como un condenado a muerte.
Después de un largo viaje y mala comida de avión cuando entras al restaurante escuchas las voces angelicales. Los olores del bufé van a volverte loco y lo harán. Despierta un hambre incomprensible. Hay un antojo por platillos que nunca habías comido, especialidad de la casa, jamones, quesos, entradas, carnes, es decir para perder la razón. Sin embargo toda esa comida va a desajustar a tu cuerpo porque va a recibir una bomba de grasa, sal y azúcar que mantendrá tu sistema digestivo trabajando horas extras.
Ya terminada la novedad de la comida, lo mejor es recuperar tu sentido común y comer sano. En muchos casos es difícil pero ten en cuenta que hay tiempo para probarlo y como me dijo mi nutricionista: “Se puede probar de todo sin abusar y hay tiempo para comer”.
Aquí unos consejos para no comer a lo loco y pasar tus vacaciones convirtiéndote en un “gordito simpaticón».
Planifica tu menú. Trata de comer un par de tus alimentos favoritos. Piensa que muchos alimentos pueden tener una alta cantidad de azúcar, grasa o sal.
Sírvete porciones pequeñas: Escoge tus alimentos favoritos pero ten en cuenta la cantidad de azúcar, grasa o sal que tengan. Escoge porciones pequeñas o comparte con alguien. Las pequeñas porciones de tocino, cerdo o alimentos de queso, incluso postres se valen pero recuerda pequeños.
Concéntrate más en tu familia y amigos que la comida. Come lo necesario y enfócate en compartir con tu familia y seres queridos. Una ida al bufé es suficiente.
En el siguiente post vamos a hablar sobre ¿Qué alimentos escoger?, y así evitar ser devorado por los bufés.